La historia que se relata es la clásica de Antígona, si bien con un final feliz.
En el Acto III Creonte y los tebanos miran a Antígona cómo es encerrada en una caverna.
Adrasto llega con la noticia de que, aparentemente, Hemón se ha suicidado.
Pero Hemón ha sobrevivido y alcanza la caverna donde pretende morir con Antígona.
Cuando piensan ya en apuñalarse para lograr una muerte rápida, llegan los soldados para demoler el muro.