Anna Boberg

Era de una familia artística, pero nunca recibió ningún entrenamiento formal en las artes, y se la considera una autodidacta.

Boberg pasó bastante tiempo en el área cercana a las Islas Lofoten en Noruega, donde finalmente se hizo con una cabaña y realizó muchos de esos viajes por su cuenta.

París también fue donde conoció al futuro arquitecto Ferdinand Boberg, que se encontraba allí en un viaje de estudios.

En 1887, Boberg comenzó a pintar de forma profesional, principalmente con acuarela, y realizó su primera exposición en 1888.

En la Exposición Universal de París en 1900, donde Ferdinand fue el arquitecto del pabellón sueco, Boberg creó numerosos textiles, que fueron tejidos por la asociación Friends of Handicraft (Handarbetets vänner) y la fábrica de seda KA Almgren.

Durante los siguientes 33 años pintó principalmente los paisajes y la gente de Lofoten, a menudo en invierno.

Cuando Ferdinand se retiró de su carrera como arquitecto en 1915, Boberg se unió a él en los numerosos y extensos viajes que realizó a través de Suecia para el proyecto "Imágenes suecas".

Boberg hizo notas de diario en el camino, cuyo resultado se publicó más tarde.