Si bien la RAE considera "anegar"[3] sinónimo de "inundar", en la traducción del concepto inglés waterlogging en su sentido agrícola (hay otro sentido, arqueológico), un campo de cultivo anegado (waterlogged) no es lo mismo que un campo inundado (flooded).
En el campo inundado una lámina continua de agua cubre el terreno, que no se ve.
Todas las plantas, incluidos los cultivos, necesitan aire (específicamente, oxígeno) para respirar, producir energía y mantener vivas sus células.
En la agricultura, el anegamiento del suelo normalmente impide que el aire llegue a las raíces.
Con la excepción del arroz (Oryza sativa),[7][8] la mayoría de cultivos, como el maíz o la patata,[9][10][11] son, por tanto, muy intolerantes al anegamiento.
Las raíces pueden sobrevivir al anegamiento formando aerénquima, induciendo un metabolismo anaeróbico y cambiando la arquitectura de su sistema radicular.
La palabra "anegamiento" se usa más bien para un terreno agrícola que no debería estar así, porque desperdicia agua de riego y tiene menor rendimiento.
La palabra también se puede referir a las adaptaciones que muestran las plantas para sobrevivir en este tipo de suelo.
La asfixia radicular inducida también evita que se establezcan nódulos radiculares y la simbiosis planta-bacteria rizobio.