Siendo «Andrés López» un nombre tan común, ni siquiera se sabe si las fuentes tratan del mismo organista y compositor o de personas distintas.
En la documentación aparece una solicitud de aumento de su salario, indicando que si no se le concede, se verá obligado a regresar a su tierra.
López solicitó el cargo, a lo que accedió el cabildo, y se nombró para ocupar la organistía vacante a su hijo, Cristóbal López.
En 1563 dimitió el maestro de capilla Bartolomé Olaso por su poca salud y Andrés López fue nombrado a finales de ese año para cubrir la vacante.
Sin embargo, el cabildo no quedó satisfecho con López, que fue despedido en octubre de 1566, y, posiblemente por haber quedado en buena memoria, se solicitó a Olaso regresar a su anterior cargo.