Pocas investigaciones se han realizado sobre la vida y obra de Gálvez.
Así que lo volvieron a llamar e incluso le pagaron los sueldos atrasados durante los siete meses de su ausencia.
Se le atribuye, con la opinión en contra de Samuel Rubio, el motete a cuatro voces Emendemus in melius quae ignorantes peccavimus,[1] compuesto, según Miguel Martínez, para el colegio y casa de los jesuitas (1580 o 1581).
Está compuesta para cinco voces y fue escrita por Cabreli Cálvez para el domingo 1.º de Cuaresma.
Fue transcrita por Jesús María Muneta y publicada en Tesoro sacro musical, en un artículo de Miguel Martínez.