Prácticamente todo lo que una persona construye y fabrica debe ser anclado o fijado de algún modo.
Resistencia a la tracción, al corte o cizalle, dureza, flexibilidad, entre otras características.
Son fabricados[1] normalmente con aceros de bajo y medio carbono, sin recubrimiento (en negro) o recubiertos mediante galvanizado en frío, por inmersión u otros procedimientos afines.
El titanio, el aluminio y diversas aleaciones también son materiales de construcción habituales para los tornillos metálicos.
[9] Los tipos más frecuentes son el cargol, i la femella, con la presencia de volandera.
Históricamente, por ejemplo, los tornillos, pernos y tuercas estadounidenses no eran completamente intercambiables con sus homólogos británicos y, por lo tanto, no encajaban correctamente en los equipos británicos.
La industria está fuertemente ligada a la producción de automóviles, aviones, electrodomésticos, maquinaria agrícola, construcción comercial e infraestructura.
El mayor distribuidor de tornillos en América del Norte es Fastenal Company.