[1] Educado en Francia y galófilo, según sus propias palabras, a la muerte de su padre heredó una fortuna que le permitió viajar por Europa para comprobar la necesidad de reformas en las sociedades del Antiguo Régimen.
[4] Fue un acérrimo defensor de las guerras revolucionarias con el fin de "liberar a los pueblos subyugados por la superstición",[5] y propuso que Francia se extendiese hasta sus fronteras terrestres "naturales": hasta el cauce del Rin, anexionando Bélgica y parte de Prusia, y hasta las cumbres de los Alpes, anexionando Saboya.
Aparte de colaborar con varios periódicos, a partir de 1792 editó el panfleto L'orateur universel (El orador universal).
[6][8] Convencieron a la Convención para que votase su exclusión junto a Thomas Paine el 6 de Nivoso del año I.
Fue arrestado a los dos días y juzgado por el Tribunal revolucionario junto con los Hebertistas.