Formado en la cultura humanística de Florencia, vivió en esa ciudad en el convento Santa Maria degli Angeli, en aquella época centro cultural del platonismo (era frecuentado por Marsilio Ficino y otros conocidos platónicos) y de la vida eremítica de tipo oriental.Fue delegado del papa Eugenio IV en el Concilio de Basilea.Fue un reformador de la vida religiosa, tornándose con admiración hacia los Patrística oriental, en especial la de los Padres del desierto.La reforma que inició fue tanto religiosa como cultural en general.Fue redactor, junto al cardenal Basilius Bessarion, del Decreto de Florencia y Ferrara [1] por el que se estableció en fin del cisma existente desde 1054.
Traducción
latina
de la obra de Diógenes Laercio.
Ca.
1430.