Giovanni Aurispa

Una beca del rey de Sicilia Martín el Joven le permitió estudiar en Bolonia entre 1404 y 1410.

[2]​ También consiguió un número de textos griegos, incluyendo un Tucídides que más tarde vendió a Niccolò Niccoli en 1417.

[3]​ En 1418, volvió a visitar Constantinopla, donde residió durante algunos años perfeccionando su conocimiento de griego antiguo y buscando manuscritos.

Aurispa perseveró tanto en esto último, que lo acusaron ante el emperador bizantino Manuel II Paleólogo de comprar todos los libros sagrados en la ciudad.

Esto aseguró que su colección de textos griegos fuera copiada extensamente entre los humanistas italianos del Quattrocento.

Por esa época Aurispa descubrió en un monasterio cercano a Maguncia el único manuscrito medieval superviviente de los Panegyrici Latini.

Aurispa mantuvo un cargo similar con el papa Nicolás V, que le ofreció dos abadías muy lucrativas.