A sus habitantes se les llamaba amantes (en griego antiguo: Ἀμάντιεύς, romanizado: amantieus).
Se construyó un gran fuerte con dos puertas y dos torres defensivas en el norte.
También se ha encontrado en la ciudad un templo griego dedicado a Afrodita, un teatro y un estadio.
Su nombre es mencionado por vez primera en el siglo IV a. C. Se encuentra en la ladera de una alta colina y solo su acrópolis está fortificada.
Para el siglo III a. C., la ciudad se fortaleció económicamente y acuñó sus propias monedas.