Las cuestiones medioambientales hicieron que en los años 60 se desarrollasen detergentes biodegradables, como LAB, para sustituir a los anteriores compuestos, de alto impacto ambiental.
[8] Posee plantas en San Roque (Cádiz), Becáncour (Quebec, Canadá), Conoco (Venezuela) y Deten (Brasil).
Según esta evaluación, se determinó la caracterización del riesgo ambiental para cada ámbito de protección (ecosistemas acuáticos, terrestre y suelo).
El informe concluye que no hay preocupación respecto de los posibles efectos adversos provocados sobre el medio ambiente o la salud humana.
Por tanto, LAB ha sido desclasificado y eliminado del Anexo 1 en la 28ª ATP (Directiva 2001/59).