Alonso de Velasco y Salinas

Allí continuó con las pesquisas comenzadas por Zúñiga sobre los movimientos ingleses en sus colonias de Norteamérica, que chocaban con los españoles en la explotación del Nuevo Mundo.

[2]​ En este aspecto, Velasco envió a su rey detallados mapas de las posesiones británicas en Norteamérica, por lo que se cree que contaba con eficientes servicios de espionaje.

Los principales motivos eran los problemas financieros, las graves diferencias religiosas y la competencia mercantil.

En 1618, y como agradecimiento a los servicios prestados, el rey Felipe III le nombró I Conde de Revilla.

Falleció en 1620, dejando como sucesor a su hijo Pedro Fernández de Velasco, que llegaría a ser corregidor de Madrid.

Retrato hacia 1598 de « El muy ilustre Señor Don Alonso de Velasco, Conde de La Revilla, Comendador en la Orden y Caballería del Señor Santiago, Capitán General del Mar Océano. Embajador a Inglaterra para su Majestad Católica el Señor Rey Don Felipe III, y su Gentilhombre y de su Consejo de Estado ».