Fue el primer alcalde ordinario de Cartago, cuya defensa dirigió ante un ataque indígena.
En sus primeros meses al frente del gobierno logró el sometimiento del rey huetar Correque, al cual otorgó la encomienda de Tucurrique, y del rey huetar Garabito, que fue ubicado con sus súbditos en el pueblo de Santa Catalina de Garabito.
Más tarde exploró la cuenca del río Suerre, en cuya desembocadura fundó en 1577 una villa con el nombre del Castillo de Austria, en recuerdo de la erigida en el mismo sitio por Estrada Rávago, pero la nueva población tuvo una vida tan efímera como su predecesora.
Sus procederes autoritarios y su escaso tacto le granjearon la enemistad de vecinos influyentes de Cartago, y también tuvo serios conflictos con los franciscanos, a los que hizo encarcelar cuando pretendieron abandonar la provincia.
Posteriormente regresó a la provincia de Nicaragua, donde murió.