[2] En la bahía de Zorobaró o de San Jerónimo, en la costa del Caribe, fundó la efímera villa del Castillo de Austria,[4] que posteriormente trasladó a la boca del entonces río Suerre y que tampoco allí logró subsistir.
[5] Posteriormente se reunió con su socio en el interior de Costa Rica.
Su actuación se caracterizó por su bondad con los indígenas y su índole generosa.
[1] Por disgustos con aquel por no apoyarlo en su nombramiento como obispo[1] marchó a España en 1563.
Regresó a Costa Rica en 1566 y durante varios años desempeñó el cargo de cura párroco y vicario de Cartago.