Fue canonizado y su fiesta se celebra el 15 de agosto.
[1][2] Alipio nació en Tagaste de una familia que se contaba entre las principales de la ciudad;[3] desde muy joven entabló una afectuosa e íntima amistad con san Agustín.
[8] Fue apreciado por Paulino de Nola, quien admiraba su santidad y celo.
Elegido obispo de Tagaste en 394, cuando Agustín todavía era sacerdote, permaneció al frente de esa diócesis durante casi cuarenta años: fue reformador del clero, maestro del monaquismo (santa Melania la Joven pasó siete años en Tagaste bajo su dirección) y defensor de la fe frente a los donatistas y pelagianos.
[10] Con motivo del debate sobre las doctrinas pelagianas, viajó varias veces a Italia, portador de obras agustinas dirigidas al papa Bonifacio.