Alimento probiótico

Los alimentos probióticos son organismos vivos adicionados que permanecen activos en el intestino en cantidad suficiente como para alterar la microbiota intestinal del huésped, tanto por implantación como por colonización.[4]​ A pesar de que los probióticos son considerados seguros, en ciertos casos pueden causar interacciones bacteria-hospedador y efectos secundarios adversos.[5]​[6]​[7]​ Aunque se especula que hay numerosos efectos beneficiosos sobre la salud derivados del uso de probióticos comerciales, tales como la reducción de molestias gastrointestinales o el fortalecimiento del sistema inmunitario, tales afirmaciones requieren mayor respaldo por pruebas científicas.[7]​ Algunas personas, como aquellas con inmunodeficiencia, síndrome del intestino corto, catéteres venosos centrales, enfermedad valvular cardíaca y bebés prematuros, pueden estar en mayor riesgo de efectos secundarios adversos.[7]​ En casos raros, el consumo de probióticos por niños con una deficiencia inmunitaria o que ya están gravemente enfermos puede resultar en bacteriemia o fungemia (es decir, bacterias u hongos en la sangre), lo que puede conducir a la sepsis (una enfermedad potencialmente mortal).
Microorganismos vivos en probióticos bajo el microscopio.