Desde 1888 hasta 1899 acompañó al emperador Guillermo II de Alemania en sus viajes.
Después de que perdió el favor del emperador (en 1898), fue trasladado a Bucarest (en 1900).
En Constantinopla logró fomentar las negociaciones sobre la construcción del ferrocarril de Bagdad.
Por eso jugó un papel importante en la política exterior del Imperio alemán durante la crisis bosnia.
[2] Logró evitar que el Imperio ruso ayudara al Reino de Serbia en dicha crisis, después de que el Imperio austrohúngaro había anexionado Bosnia y Herzegovina.