En marzo de 1939 representó a la Federación de Jaén en la reunión de federaciones provinciales socialistas celebrada en Madrid tras el golpe de Estado del coronel Casado para elegir una nueva Comisión Ejecutiva del PSOE opuesta a Negrín que sustituyese a la dirigida por Ramón Lamoneda, negrinista.
A través de su hijo y de Jaime Fernández Gallardo, se puso en contacto y apadrinó el ingreso en las Juventudes Socialistas de Felipe González, Alfonso Guerra, Antonio Prieto Durán y Luis Yáñez, conformando el núcleo para la reorganización del PSOE.
En la escisión en el PSOE durante el Congreso de Suresnes se mantuvo en el sector histórico y fue presidente de la ejecutiva nacional.
En el posterior congreso de 1976 en España, se preocupó por la incorporación de un grupo del sector histórico al sector renovado.
Se mantuvo en el sector crítico, defendiendo la tradición republicana y marxista del Partido.