Loza dorada

[Nota 1]​ Iniciada en la Mesopotamia musulmana, la loza dorada se desarrolló también en el Norte de África y en la península ibérica.[1]​ Las primeras cerámicas de reflejos metálicos se produjeron al comienzo del Califato Abasí (750-1258) en el siglo IX.Siglo y medio después, esta última localidad tenía en funcionamiento ochenta fábricas, dando empleo a cinco mil operarios, un treinta por ciento de ellos mujeres.[4]​ Una vez extraída y purificada la arcilla secándose al sol, que evitaría así futuras grietas, entraba en la primera cochura.La mezcla obtenida después de un complejo proceso era diluida en vinagre y se aplicaba como decoración sobre las piezas en la tercera cocción reductora.[9]​ La villa Muel tuvo sus primeros obradores fuera de su recinto amurallado, junto al río Huerva y colindantes con el camino real a Zaragoza.La producción estaba monopolizada por varias familias cuyos miembros aparecen reiteradamente citados en algunos documentos notariales (1583): los Abroz, Alax, Bargueño, Carruzet, Dupon, Ibáñez, Janero, Lançari, Taquea, Maçerol, Maniçes, Medina, Moncayo, Montero, Presson, de la Roya y otros.La vajilla de loza dorada abarcaba dos calidades, "común" y "delgada", vendidas a precios diferentes.La loza dorada valenciana fue imitada toscamente en Italia a partir de la segunda mitad del siglo XV.Más tarde, sería depurada y mejorada por Giorgio di Pietro Andreoli de Gubbio (activo entre 1490-1553), cuya producción incorporaba además motivos renacentistas.
Fuente de solero abombado decorada con un dromedario portando una bandera. Loza decorada sobre pintura vidriada del califato Abasida , siglo X .
Parte superior del mihrab , decorada en el siglo IX con azulejos de loza dorada , en la mezquita de Uqba también conocida como la gran mezquita de Kairuán, Túnez .
Relación del viaje hecho por Felipe II, en 1585, á Zaragoza, Barcelona y Valencia (1876) Henrique Cock