Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, estas tierras fueron nuevamente desmembradas por la fuerza por los países vencedores.
Desde 1945 el nombre "alemanes de los Sudetes" ha quedado asociado a los horrores sufridos por estas poblaciones civiles.
Entre los alemanes de los Sudetes más conocidos se encuentran Ferdinand Porsche y Oskar Schindler.
Después de la I Guerra Mundial, al desmembrarse el Imperio austrohúngaro, la mayoría alemana de esa región fronteriza solicitó su anexión a Alemania, ya que de no ser así, esta iba a quedar en un estado nacional no afín (a diferencia del imperio, que era multiétnico).
Estas manifestaciones de masas fueron reprimidas por los militares checos, causando 54 muertes y 84 heridos.
No obstante, algunos vivían en territorios en los que representaban el 90 por ciento o más de la población.
En 1926, sin embargo, el canciller alemán Gustav Stresemann adoptó una política de acercamiento a Occidente y aconsejó a los alemanes de los Sudetes que cooperaran activamente con el gobierno checoslovaco.
En una conferencia celebrada en Teplice en 1919, los partidos socialdemócratas regionales de Bohemia, Moravia, Silesia y Sudetes se unieron para formar el "Partido Socialdemócrata Obrero Alemán en la República Checoslovaca" (DSAP), eligiendo como presidente a Josef Seliger.
Ellos buscaban un acuerdo con el gobierno checoslovaco en una política que podría resistir la embestida nacionalsocialista desde dentro y desde fuera de Checoslovaquia.
El sentimiento nacionalista prosperó, sin embargo, entre los jóvenes alemanes de los Sudetes, que se organizaron en diversas asociaciones, tales como Deutsche Turnverband, Schutzvereine, Kameradschaftsbund, el Volkssport Nazi (1929) y Bereitschaft.
Sin embargo, la política destinada a proteger la seguridad del Estado checoslovaco dio lugar a conflictos locales: los bosques en la frontera, considerados el más antiguo territorio nacional alemán de los Sudetes, fueron expropiados aduciendo "razones de seguridad".
Los soldados, policías y funcionarios checos estaban estacionados en zonas anteriormente habitadas sólo por los alemanes.
El uso del checo en las regiones de habla alemana se promovió activamente, lo que causó incidentes.
Los checos, cuya industria se concentraba en la producción de enseres domésticos esenciales, sufrieron menos.
Las relaciones entre checos y alemanes sufrieron aún más cuando los alemanes sudetes se vieron obligados a recurrir al gobierno de Checoslovaquia y al banco de microcréditos (Banca Živnostenská) para obtener ayuda.
Las crecientes hostilidades hacia los alemanes étnicos crearon el caldo de cultivo para los emergentes políticos.
Los agraristas, socialcristianos y socialdemócratas alemanes perdieron cada uno aproximadamente la mitad de sus seguidores.
Henlein, sin embargo, mantuvo contactos secretos con la Alemania nacionalsocialista y recibió la ayuda material de Berlín.
Immediatamente después muchos alemanes sudetes dejaron de apoyar a Henlein.
El 22 de marzo, el Partido Agrario Alemán, liderado por Gustav Hacker, se fusionó con el SDP.
Los Socialcristianos Alemanes en Checoslovaquia suspendieron sus actividades el 24 de marzo, sus diputados y senadores pasaron al grupo parlamentario del SDP.
Si las demandas de Henlein hubiesen sido concedidas, los Sudetes habría estado en una posición para alinearse con la Alemania nacionalsocialista.
El SDP, instruyó a empujar hacia la guerra, sin embargo, se intensificó la situación con más protestas y violencia.
Los muy jóvenes y los ancianos se organizaron en Heimatschutz - un equivalente de la Volkssturm en Alemania.
Varios estadistas checoslovacos alentaron estas expulsiones con discursos incendiarios, sin importarles que estuvieran cometiendo un crimen de guerra.
En general, las autoridades locales ordenaron la expulsión, que los voluntarios armados llevaron a cabo.
[cita requerida] Muchos refugiados alemanes de Checoslovaquia están representados por la Sudetendeutsche Landsmannschaft.
Aunque su proyecto era radicar muchas familias más, la Segunda Guerra Mundial frustró sus planes.
Por tanto, algunos familiares de los que ya se habían establecido solo pudieron llegar en 1947.
[22] En sus comienzos la colonia les resultó difícil, ya que la mayoría no eran agricultores sino que tenían otras profesiones, pero pronto supieron adaptarse y hoy la comunidad es asiento de grandes fábricas de yerba mate.