Expulsión de alemanes de Checoslovaquia

Importantes núcleos de alemanes étnicos residían también en otras grandes ciudades como Brno, Ostrava y la misma Praga.

Estas acciones fueron promovidas por medio de discursos polémicos realizados por varios políticos checoslovacos.

Ordenadas por las autoridades locales, las expulsiones fueron ejecutadas, mayormente, por grupos de voluntarios checos armados; sin embargo, en algunos casos fueron iniciadas o llevadas a cabo con asistencia del ejército regular checoslovaco.

[5]​ Hubo excepciones sustanciales en las expulsiones que fueron aplicadas a unos 244.000 alemanes étnicos, a quienes se les permitió permanecer en Checoslovaquia: no fueron deportados los alemanes que se opusieron al nazismo, los que fueran personal crucial para las industrias, o quienes estuvieran casados con checos o eslovacos étnicos; la propia extensión numérica de la minoría alemana y su presencia en la vida nacional hacía inviable para las autoridades checoslovacas una expulsión absoluta.

En 2005, el gobierno checo ofreció por primera vez disculpas públicas a los alemanes étnicos antinazis checoslovacos afectados con las expulsiones.

Alemanes expulsados de los Sudetes .