Alejandro Esparza Zañartu

Recorrió todo el Perú como representante comercial de la casa Grace, que vendía las primeras cajas registradoras para los comercios.

Fue así como fue nombrado Director de Gobierno y, al poco tiempo, demostró su efectividad en las acciones que se le encomendaron.

El cargo le permitió a Esparza llevar su labor en las sombras, aunque ya todos sabían quién estaba detrás de la política represiva, bajo cuyo imperio fue eliminado el dirigente aprista Luis Negreiros Vega, por haber distribuido pasquines contra María Delgado de Odría.

Algún tiempo después, sus detractores le acusaron de haber sido desleal con su amigo y protector Zenón Noriega, a quien involucró en una revuelta contra el gobierno, en 1954, a raíz de lo cual Noriega fue desterrado.

No se conocen los motivos; pero, por entonces, Odría ofreció a Esparza el ministerio del Interior.

Esparza se convirtió en un blanco visible para los opositores al régimen, que arremetieron contra él.

Surgió entonces la Coalición Nacional, que agrupaba a los opositores al régimen y estaba encabezada por Pedro Roselló, quien programó un mitin en el teatro de Arequipa.

Esparza quiso frustrar este evento, para lo cual envió como contramanifestantes a matones contratados y policías de civil.

Ello ocurrió, en efecto, con Manuel Prado y Ugarteche, que fue apoyado por el partido aprista, dando origen a la famosa convivencia.

El antiguo Director de Gobierno respondió con humor: «Si Vargas Llosa me hubiera consultado, le habría contado cosas más interesantes».