Su área de distribución se extiende por las ecozonas afrotropical, paleártica, indomalaya y australiana.
[2][3] Las alondras son una familia bien definida, en parte debido a la forma de su tarso.
Por ejemplo, la American Ornithologists' Union sitúa a las alondras justo después de los cuervos, los alcaudones y los vireos.
Como muchas otras aves diurnas, tienen un reloj biológico marcadamente matutino, iniciando la actividad diaria al percibir la primera claridad del día y dándola por terminada a la primera señal del ocaso.
P.B.Shelley le dedicó una oda: "to a skylark", considerándolo más espíritu bendito que pájaro por transmitir cantos celestiales.