Cortejo sexual

Paralelamente disminuye la agresividad intraespecífica entre los individuos que se van aproximando a consumar la cópula, y también entre todos los individuos para aquellas especies que se reúnen en agregaciones, bandas o manadas durante el periodo reproductivo y permanecen fuertemente territoriales o solitarios el resto del año.

El cortejo sexual consiste generalmente en una mezcla pautada ( que por metáfora se denomina "ritualizada") de acciones inicialmente relacionadas con el apareamiento, el ataque, la huida y con otras acciones del menú comportamental que en otros contextos pueden relacionarse con las pruebas que determinan la calidad de la ingestión (ósculos), el cuidado parental biológico (caricias), etc.

Las funciones principales del cortejo para permitir la cópula son: sincronización, orientación, persuasión, comunicación, y aislamiento reproductor.

Ningún animal que no esté fisiológicamente apto para la fertilización podrá completar esta exigente cadena de comportamientos, que depende de la maduración neurológica del individuo, la cual a su vez refleja la madurez sexual del mismo.

El cortejo humano ha sido llamado también galanteo, chichifo, mutua correspondencia, trato amoroso e incluso amistad y obsequio.

Pareja de patos, el macho cortejando la hembra