[3] En algunas especies poliginas, el macho puede sin embargo, hacer todo o la mayor parte de la construcción del nido.Son por lo tanto capaces de deambular mientras incuban, aunque en la práctica sólo el pingüino emperador lo hace regularmente.El pingüino emperador, cría durante los meses más crudos del invierno antártico, y la movilidad les permite formar masas amontonadas enormes que les ayuda a soportar los extremados vientos fuertes y bajas temperaturas de la estación.[13] Estos materiales pueden ayudar a camuflar los huevos o dar cierto aislamiento; pueden también mantener los huevos en su lugar, y prevenir que se hundan en el suelo fangoso o arenoso si el nido es inundado accidentalmente.[15] Los adultos que empollan también tienden a estar bien camuflados, y puede ser difícil espantarlos del nido.La técnica usada para construir un nido escarbado varía ligeramente dependiendo de la especie.[21] La becasina canela o aguja jaspeada (Limosa fedoa) aplana un área herbosa aplastándola con sus patas, luego pone sus huevos, por el contrario otras caradriformes vadeadoras que anidan sobre la hierba doblan la vegetación sobre su nido para evitar la detección desde arriba.El calor generado por estos montículos, que son en efecto calentadores gigantes de compost, calienta e incuba los huevos.Una hembra comenzará a poner sólo cuando la temperatura del nido alcanza un nivel óptimo.[25] Los ornitólogos creen que los megápodos pueden usar áreas sensibles de la boca para determinar la temperatura del montículo; cada día durante la estación de cría, el macho cava un hoyo dentro del montículo y mete la cabeza dentro.Este monitoreo regular también evita que el material del montículo se compacte, lo que inhibiría la difusión del oxígeno necesaria a los huevos y haría también más difícil a los polluelos desenterrarse luego de la eclosión.[27] Leipoa ocellata, que vive en bosques más abiertos que los que prefieren otros megápodos, usa también el sol para ayudar a calentar su nido, abriendo el montículo al mediodía durante los meses más frescos de primavera y otoño para exponer a los rayos tibios del sol la abundante arena incorporada al nido, y luego usando esa arena tibia para atemperar los huevos durante las noches frías.En África Oriental, por ejemplo, las temperaturas en la cima del montículo promedian unos 20 grados Celsius menos que en el suelo circundante.[45][46] Un número relativamente pequeño de especies, incluyendo carpinteros, curucúes, algunos trepadores Sitta y muchos barbudos, pueden excavar sus propias cavidades.Muchas más especies —incluyendo loros, páridos, azulejos, la mayoría de los calaos, algunos martines pescadores, algunos búhos, algunos patos y algunos papamoscas— usan cavidades naturales, o las abandonadas por especies capaces de excavarlas, y también a veces usurpan los nidos que están siendo usadas por sus dueños excavadores.[44] Las cavidades son excavadas normalmente en el lado que mira hacia abajo de una rama, presumiblemente para hacer más difícil a los predadores el acceso al nido, y para reducir la posibilidad de inundación del nido por la lluvia.[44] El nido típico de carpintero tiene un túnel horizontal corto que lleva a una cámara vertical dentro del tronco.Los curucúes o trogones excavan la cavidad para hacer sus nidos arrancando con el pico en madera muerta muy blanda; algunas especies hacen cámaras completamente cerradas (accesibles desde una entrada en túnel inclinado hacia arriba), mientras otras —como el extravagantemente emplumado quetzal resplandeciente (Pharomachrus mocinno)— construyen nichos más abiertos.Las especies que usan cavidades naturales —o viejos nidos de carpintero— a veces recubren la cavidad con material suave como hierba, musgo, liquen, plumas o pelambre.[52] El nido en forma de cuenco es lisamente semiesférico por dentro, con una depresión profunda para albergar los huevos.[53][54] Este material de poco peso es fuerte y extremadamente flexible, permitiendo que el nido se amolde al adulto durante la incubación (reduciendo perdida de calor), luego estrecharse para acomodar los polluelos en crecimiento; como es pegajoso, también ayuda a unir el nido a la rama u hoja a la que está adosado.En algunos casos, los nidos crecen lo suficientemente grandes como para causar daño estructural al árbol mismo, particularmente durante las tormentas fuertes cuando el peso del nido puede causar tensiones adicionales a las ramas batidas por el viento y muy resistente El nido colgante es una bolsa alargada tejida de materiales flexibles como hierbas y fibras de plantas y suspendidas de una rama.Algunas especies como los somormujos son muy cuidadosas cuando se aproximan y alejan del nido de modo que no revelen su localización.[55] Los nidos pueden volverse el hogar de muchos otros organismos incluyendo parásitos y patógenos.[58] Se ha observado que algunas aves escogen materiales verdes de plantas aromáticas para construir su nido que pueden tener propiedades insecticidas,[59][60] mientras otras pueden usar materiales como espantadores de carnívoros para repeler pequeños predadores.Las aves que anidan en colonias pueden beneficiarse de una protección incrementada contra la depredación.[62] Muchas aves anidan cerca de las construcciones humanas y algunas han sido especialmente estimuladas a hacerlo.Las palomas que anidan en las ciudades son a menudo rechazadas por perjudiciales y también consideradas como un riesgo para la salud.
El
arao de pico ancho
pone sus huevos únicos directamente sobre las rocas de acantilados.
Nido escarbado recubierto de conchas de un chorlito (
Charadrius
).