El término es un préstamo del euskera aizkolari («persona que maneja o trabaja con un hacha»).
Se utiliza el término aizkolaritza para referirse a este deporte, también llamado aizkora jokoa (juego de hachas) en euskera.
La competencia por demostrar la mayor fuerza o habilidad generaba apuestas que, como en el caso de otros deportes rurales, llevaban a desafíos en la plaza pública, fuera del trabajo productivo.
Actualmente, las instituciones financian exhibiciones públicas, y se cobra entrada por asistir a las competiciones en lugares cerrados.
En la actualidad, para las pruebas ante gran público, se suele emplear madera más fácil de cortar que hace un siglo.
Se trata de una liguilla en la que participan los mejores aizcolaris del País Vasco y Navarra en pareja.
Las muestras del típico sonido de las hachas cortando el aire y golpeando un tronco han sido usadas también por Os Resentidos y por Negu Gorriak (grupo cuyo símbolo son dos hachas cruzadas y que emplea el sonido en un corte dedicado también a Aiako Txikito).