En los países desarrollados suele haber agencias privadas de empleo (no deben confundirse con las empresas de trabajo temporal, ETT) y oficinas públicas de empleo, a un solo nivel administrativo (por ejemplo nacional) o a varios (nacional, provincial y municipal).[4] El Parlamento británico rehusó la propuesta, pero Robinson abrió un negocio así, aunque no duró mucho.[6] En los Estados Unidos, la primera agencia privada de empleo, Engineering Agency, fue abierta por Fred Winslow en 1893.Posteriormente pasó a formar parte de General Employment Enterprises, que también poseía Businessmen Clearing House (constituida en 1902; una clearing house es una cámara de compensación).Las agencias privadas de empleo pueden actuar de manera totalmente privada, cobrando honorarios a las empresas que les solicitan empleados, a las personas que quieren encontrar un trabajo —pueden estar en el paro, o tener ya un empleo, pero desean cambiarlo— o a ambas.El motivo de este rechazo era que la persona desempleada se veía en un estado de gran necesidad, y estas agencias agravaban dicho estado al exigirle dinero para buscarle un empleo.Mantenía estos planteamientos, pero incluía una "claúsula de salida" (opt-out) (artículo 2) para los países miembros que no desearan comprometerse con ellos.[8] En España solo las ETT pueden ceder trabajadores a otra empresa dentro de lo normativamente establecido.[10] Es corriente que un trabajador cedido por una ETT a una empresa acabe siendo contratado por ella.El término "empresa de búsqueda de ejecutivos" puede aplicarse a firmas que cobran honorarios a los candidatos (otras veces quienes pagan son las compañías que buscan directivos) y que se especializan en ejecutivos de nivel medio a superior.