Luchó en la Segunda Guerra Mundial, y luego retomó sus estudios en Tubinga.
En 1994 recibió la Medalla Gustav Steinmann otorgada por la Asociación Geológica.
[3][4] Clasifica los icnofósiles usando como criterio la etología del organismo productor.
[8] Por un lado, argumentaba que las criaturas de Ediacara no podían haber funcionado como sus contrapartidas modernas, por lo que no pueden estar emparentadas con ningún grupo vivo, a pesar de ciertas semejanzas en la morfología.
A estos seres los incluyó dentro de un nuevo filo: Vendobionta.