La paleoecología es la rama de la paleontología que estudia los organismos y ambientes del pasado a través del registro geológico (registros fósil y estratigráfico) para reconstruir las relaciones ecológicas entre los organismos y los ecosistemas presentes en la Tierra durante las diferentes eras geológicas.
[1] El campo de investigación paleoecológico incluye el ciclo vital de los organismos extintos, las relaciones recíprocas entre las especies identificadas por sus fósiles, su medio ambiente o las maneras en que murieron, se depositaron y fueron sepultados (tafonomía).
Estas reconstrucciones ecológicas se hacen teniendo en cuenta, como base de partida, los actuales ambientes naturales y parámetros biológicos, físicos y químicos que los caracterizan, como la temperatura media y sus rangos, la naturaleza y cantidad de comida disponible, el grado de intensidad de la iluminación solar, la salinidad del agua etcétera.
Los principales son: Muchos estudios paleoecológicos se han concentrado en los sedimentos depositados en los últimos dos millones de años, es decir, en el periodo Cuaternario.
[3][4] Esta concentración de estudios se explica por dos motivos: Se pone una particular atención a los sedimentos del Holoceno, depositados durante los últimos 11 000 años o entre las fases de las eras glaciales e interglaciales, es decir, hasta hace 50 000 años.