Delhy Tejero

Su intención fue prepararse para entrar en Escuela de Bellas Artes, lo que consiguió en 1926.[2]​ Allí entabló amistad con Maruja Mallo, Remedios Varo y Piti Bartolozzi, que la retrató así: “Delhy, mujer guapa, era un tanto extravagante; la que más llamaba la atención por sus atuendos, confeccionados por ella misma, se pintaba las uñas de negro, y se cubría con una capa negra, lo cual unido a su pelo negro le daba un aspecto misterioso, fumaba en boquillas largas y cambió su nombre de Adela por Delhy, influida por cierto exotismo de la época y queriendo renunciar así a un pasado tradicional que la asfixiaba.”[2]​ El Ministerio suprimió la beca que le permitía seguir viviendo y estudiando en Madrid.Ante la disyuntiva entre volver a casa o seguir en Madrid, Delhy Tejero —como corresponde al modelo de mujer emancipada que en España se conoce como las modernas— se propuso conseguir la independencia económica para tener la libertad de continuar los estudios que había elegido.[4]​ Se presentó con sus dibujos en la redacción de varias revistas, ofreciéndose para colaborar.[1]​ En Narraciones ilustradas / Ilustraciones narradas se publicaron sus narraciones cortas “El Madrid azul”, “El agüita que quería volar”, “El clima”, “El aire limpio”, “La nube nubilla”, “El sueñín”, “Isidro, el hijo del Manzanares” y sus cuentos infantiles “El niño al revés”, “El hada Luzbalina”, “Cemeñito” y “El Ángel Pedrito”.Su independencia económica le permitió vivir en la Residencia de Señoritas, dirigida por María de Maeztu, durante cuatro años, donde conoció a intelectuales y artistas que allí se daban cita.Ese año le fue concedida en la Exposición Nacional la tercera medalla en Artes Decorativas por su obra "Castilla".En 1936 pasó las vacaciones en Marruecos, debiendo prolongar su estancia hasta septiembre a causa del estallido de la guerra civil.Cuanto terminó los murales que le habían encargado, solicitó el visado especial para viajar a Florencia donde permaneció dos años.En 1938 regresó a París donde tuvo un acercamiento al surrealismo, en especial con Óscar Domínguez y André Breton.Participó en la muestra "Le rêve dans l’art et la littérature" junto a Miró, Domínguez, Remedios Varo, Man Ray, Chagall, y otros.A través de los círculos del padre César Vaca que apoyaba el cristianismo en Teilhard de Chardin y en contacto con aristócratas como Lilí Álvarez, Delhy Tejero entró en lo que ella llamó su «segundo misticismo», etapa durante la cual su obra perdió el carácter renovador, si bien todo el conocimiento adquirido estaba latente.
Delhy Tejero. Audio de la página de la pintora en Wikipedia