Acequia del Toril

La Acequia del Toril es una extraña formación medio natural, medio humana, constituida por varios acueductos naturales, murallones calizos, de una longitud total, aproximada, de 1,6 kilómetros, formados a lo largo del tiempo por la precipitación y la sedimentación de las sales, sobre todo carbonato cálcico y sulfato de magnesio, disueltas en el agua que circula con fuerza y a una temperatura superior a los 35 grados, por una acequia construida por el hombre.

Lo que en tiempos lejanos fue una simple acequia a nivel del suelo y que se utilizaba probablemente para conducir aguas a un poblado paleolítico, se fue transformando en un acueducto, formado de manera natural, en donde el agua ha mantenido su nivel, a pesar de que el terreno bajaba en una suave pendiente.

Este acueducto natural, hoy tiene unos tres metros de espesor en su base y 70 centímetros en la parte superior y en sus distintos trayectos, alturas que en algunos lugares superan los quince metros de altura respecto al suelo.

Existen tres acueductos, más o menos paralelos, uno por donde corre actualmente el agua y otros dos semiderruidos y secos, permaneciendo, de estos últimos, únicamente la estructura rocosa, sin los ecosistemas vegetales que existen en el primero.

De estas comunidades hay que destacar el Limonium alicunense, una especie endémica y única de la zona, que se ve acompañada por Orgaza, Matacavero y Sisallo.

La presencia del agua convierte en un oasis un territorio que en su mayor parte se puede considerar desértico y estepario.

Detalle de la Acequia del Toril
Tapetes microbianos en la Acequia del Toril
Tramo de la Acequia del Toril
Cauce seco