Abuso religioso
Estos niños nunca aprenden a reflexionar críticamente sobre la información que reciben.[5] El extremismo y la violencia religiosa (también llamada «violencia comunal»[6]) es un término que se refiere a cualquier fenómeno en el que la religión, en cualquiera de sus formas, es el sujeto o el objeto de un comportamiento violento colectivo o individual.[8] Algunos de los ejemplos más evidentes son los ritos que se practicaban en Mesoamérica y el Imperio Inca.menciona la quema ritual de niños pequeños en Cartago, al igual que Tertuliano, Orosio, Diodoro Sículo y Filón, mientras que Tito Livio y Polibio no lo mencionan.«El asesinato de bebés recién nacidos puede considerarse un suceso común en muchas culturas» incluyendo «los esquimales, los polinesios, el antiguo Egipto, el pueblo chino, los escandinavos, africanos, los indígenas de América y hasta épocas relativamente recientes, los aborígenes australianos.Esta práctica podría haber desempeñado un papel esencial en las sociedades egipcia y maya.[21] Las violaciones rituales, en las que se forzaba a jóvenes vírgenes, formaban parte de las prácticas del chamanismo.«No todos los iniciados participan en esta actividad ceremonial homosexual, pero en los siguientes cinco días, algunos tendrán que realizar varias felaciones».[23] La ablación genital femenina también se practica en contextos rituales el África subsahariana, en algunas regiones del Oriente Medio y en el Sudeste Asiático, aunque estos casos no siempre responden a rituales religiosos.[29] No obstante, algunos historiadores y expertos lo dudan, citando textos anteriores de psicología e historia religiosa en los que ya aparece esta palabra.Lambert define el abuso espiritual como «un tipo de predominio psicológico que puede describirse como esclavitud religiosa.Ronald Enroth, en su libro Churches That Abuse [Iglesias que abusan], identifica cinco categorías: Agnes y John Lawless argumentan en The Drift into Deception Deriva hacia el engaño que hay ocho características del abuso espiritual, y algunas de ellas se solapan con los criterios de Enroth.[33] Los mismos tests se realizaron en cinco importantes denominaciones cristianas y en seis grupos popularmente designados como cultos o sectas manipulativas.