Absolutismo español

[2]​ Pero si se entiende el Absolutismo como el poder absoluto de la persona del Rey sin ningún tipo de límite en la ley y el derecho debe señalarse que tal cosa nunca existió en la Monarquía Española.La conformación de un fuerte regalismo frente al papado alcanzó cotas incluso superiores a las obtenidas por el Patronato regio anterior.[4]​ El despotismo ilustrado en España, por su parte, es una etiqueta historiográfica que se aplica con mayor o menor extensión temporal, pero que suele restringirse a los reinados de la segunda mitad del siglo XVIII (Carlos III y Carlos IV).Las polémicas intelectuales fueron frecuentes, como la conocida como Pan y Toros, panfleto del liberal León de Arroyal.Entre otros diputados que se significaron por su oposición a la mayoría liberal estuvieron Miguel de Lardizábal y Juan López Reina (quien fue sancionado por un discurso considerado anticonstitucional).En 1823 se creó el Cuerpo de Voluntarios Realistas, que tres años más tarde contaba con 200.000 miembros, aunque sólo la mitad encuadrado en unidades militares.Paradójicamente, el absolutismo español, identificado con el carlismo o tradicionalismo, terminó identificándose con el respeto a los fueros (del inicial lema Dios, Patria, Rey, se pasó al Dios, Patria, Fueros, Rey).