Fertilizante

Estos elementos químicos o nutrientes pueden clasificarse en: macronutrientes y micronutrientes.[5]​ Se suelen clasificar en función de los nutrientes que aportan:[6]​ Estos elementos secundarios y micronutrientes se encuentran habitualmente en cantidad suficiente en el suelo, y son añadidos únicamente en caso de carencia.Los segundos pueden ser desechos vegetales (residuos verdes), compostados o no.El principio de los abonos verdes retoma la práctica ancestral que consiste en enterrar las malas hierbas.Cuando se trata de leguminosas tales como la alfalfa o el trébol, se obtiene además un enriquecimiento del suelo en nitrógeno asimilable pues su sistema radicular asocia las bacterias del género Rhizobium, capaces de fijar el nitrógeno atmosférico.Los abonos compuestos pueden ser simples mezclas, a veces realizadas por los distribuidores (cooperativas o intermediarios).El nombre de los abonos minerales está normalizado, en referencia a sus tres principales componentes (NPK): Se pueden clasificar según el estado físico en el que se comercializan: Además, encontramos otra clasificación en función de cuantos elementos nutritivos tenga la formulación del fertilizante:[6]​ Son abonos formulados con un solo nutriente.Aunque estos últimos serían enmiendas calizas dobles (ya que contienen 2 elemento nutricionales).Están formados por dos o más nutrientes principales (nitrógeno, fósforo y potasio) pudiendo contener alguno de los tres nutrientes secundarios (calcio, magnesio, y azufre) o de los micronutrientes (boro, cobre, hierro, manganeso, molibdeno o zinc) esenciales para el crecimiento de las plantas, aunque en pequeñas cantidades si se compara con los nutrientes principales y secundarios.Las materias primas básicas son: piedra de fosfato, ácido sulfúrico (que se produce, usualmente, en el sitio con azufre elemental), y agua.Si bien, el P aparece en los abonos como Ca(H2PO4)2 por ser asimilable por las plantas al tener un pH menos ácido.Durante la 1.ª Guerra Mundial, en 1905, el químico alemán Fritz Haber encontró la forma de fabricar amoníaco que se usa en la actualidad.Otro abono líquido muy usado antes de la 1.ª Guerra Mundial consistía en tomar amoníaco gaseoso e inyectarlo dentro del suelo.También tenemos como abono líquido el N20 , procedente del nitrato amónico y agua, que también comenzó a usarse sobre 1950.Los fertilizantes complejos se caracterizan por su consistencia, ya que los elementos componentes son fusionados químicamente a altas temperaturas usando complejos procesos y aditamentos como azufre, ácido sulfúrico y otros minerales.Las raíces se desarrollan gracias a una solución nutritiva – agua más abonos - que circula en contacto con ellas.La composición y la concentración de la solución nutritiva deben ser constantemente reajustadas.En ciertos casos, una parte de la fertilización puede ser realizada por vía foliar, en pulverización.Son, pues, muchos los oligoelementos que pueden ser aportados así, teniendo en cuenta las pequeñas cantidades necesarias a las plantas.El riesgo sanitario más común es el relativo al consumo en la alimentación de agua con alto contenido en nitratos.Los accidentes que producen fugas de amoníaco pueden poner en peligro no solamente a los trabajadores de la planta, sino también a la gente que vive o trabaja en los lugares aledaños.En el suelo, bacterias convierten los compuestos nitrogenados en óxido nitroso (N2O), un potente gas de efecto invernadero.Algunos de estos desechos, son alimentos que se dejan tirados a la intemperie, siendo estos orgánicos tienden a descomponerse fácilmente, por lo que se irán acumulando y produciendo un mal olor, o bien, enfermedades.Si está contaminado con metales tóxicos o material radiactivo, requerirá un tratamiento especial.Se transporta el ácido grandes distancias en los Estados Unidos, pero, en general, su exportación no es económicamente atractiva.El amoníaco se puede aplicar directamente al suelo por medio de tractores equipados con mangueras o tubos inyectores.El gas natural, el petróleo, la nafta y el carbón son materias primas alternativas para la producción de amoniaco.El gas natural, el petróleo y el carbón son diferentes combustibles que pueden servir para generar vapor en las plantas de fertilizantes.Se debe capacitar al personal de la planta en las técnicas empleadas para controlar la contaminación del aire y el agua.Frecuentemente, los funcionarios y agencias del gobierno local, así como los servicios comunitarios (médicos, bomberos, etc.), juegan un papel clave en este tipo de emergencia; por eso, deben ser incluidos en el proceso de planificación.
Fertilizando con nitrógeno un campo de maíz , en Estados Unidos
Estiércol empleado como abono
Sacos de abono mineral preparados para su distribución en los campos.
En 1812 se fundó la fábrica de abonos y fertilizantes S.A. Mirat , en Salamanca , España .
Proceso de estercolado.
Eutrofización del agua de una laguna debida al exceso de nutrientes en ella.