[1] La lombricultura no debe confundirse con el lombricompostaje o vermicompostaje, este último término hace referencia al proceso biotecnológico por el cual las lombrices son utilizadas con la finalidad de convertir residuos orgánicos en lombricompost / humus de lombriz.Sin embargo, el vermicompostaje proporciona un producto final de mayor calidad que el compostaje convencional debido a la acción conjunta de las actividades enzimáticas y microbianas que se producen durante el proceso.Por lo tanto, el vermicompostaje permite la transformación biológica de los residuos en un valioso fertilizante orgánico.Posteriormente, se expande a Europa con gran importancia en Italia durante la década de 1970.[cita requerida] La lombriz roja californiana (Eisenia foetida) es la especie más utilizada en la lombricultura.Aparentemente es una especie de fácil manejo y cosecha comparable a la E. foetida.[8] Lumbricus rubellus es una lombriz roja, caracterizada por vivir en sustratos superficiales y ricos en materia orgánica en descomposición.Es una lombriz común en suelos húmedos y en aquellos donde se han aplicado abonos orgánicos como estiércoles animales o incluso aguas residuales.[7] Las lombrices no padecen y tampoco transmiten ningún tipo de enfermedad.[cita requerida] Sin embargo, sí pueden sufrir de ciertas condiciones y ser atacadas por plagas.[2] Se adhiere a estas últimas por medio de una sustancia cerosa que produce para luego introducirles un pequeño tubo y así succionarles todo su interior.No hay trabajos serios que avalen su consumo para humanos, pero tienen, sin duda, un gran valor nutritivo.Normalmente se comercializa como harina de lombriz y destaca por su contenido en aminoácidos esenciales.[cita requerida] Es un abono orgánico, a diferencia de otros que son elaborados por procesos químicos.[cita requerida] El lombricompuesto se puede utilizar en hortalizas, hierbas aromáticas, plantas ornamentales, florales, árboles, arbustos, etc.