Estuvo presente en las Batallas de Teruel, Levante y Peñarroya, si bien su actuación más destacada fue en la capital turolense.
[2] Muy quebrantada por la lucha en la ciudad y el crudo invierno, tuvo que ser retirada para su reorganización en Extremadura, aunque volvería a reintegrarse al frente turolense a principios de febrero.
Terminada la batalla de Teruel y disuelta la 68.ª División, la brigada se reorganizó totalmente, asumiendo su mando el comandante Manuel Molino Vázquez.
[2] La unidad quedó incorporada a la 66.ª División del XIX Cuerpo de Ejército.
Tras la caída de Castellón en junio de 1938, la Brigada se acogió a la línea XYZ en el valle del Guadalaviar, donde resistió las embestidas franquistas hasta que la Batalla del Ebro paralizó las operaciones.