Ōmi Komaki

Tuvieron una gran influencia en él la filosofía de Romain Rolland[2]​ y el movimiento Clarté («Claridad») del novelista francés Henri Barbusse,[3]​ que le impulsaron a participar en actividades pacifistas.

Komaki regresó a Japón en 1919, y en febrero de 1921 fundó la revista literaria Tane maku hito («El sembrador»),[1]​ así nombrada en referencia al conocido cuadro del pintor francés Jean-François Millet.

Además de preparar la revolución comunista y evitar a la policía del pensamiento, trabajó traduciendo al japonés obras de la literatura francesa.

Entre sus obras se encuentran Ikoku no sensō («Las guerras de otros países») y Furansu Kakumei yobanashi («Conversaciones vespertinas sobre la Revolución francesa»).

Posteriormente, pasó algunos años en la Indochina francesa, pero volvió tras la Segunda Guerra Mundial a Kamakura, donde permaneció hasta su muerte en 1978 a la edad de 84 años.