Óxido de arsénico (III)

El trióxido de arsénico es un óxido anfótero, y sus soluciones acuosas son débilmente ácidas.

Las partículas de arsénico que llegan a las vías respiratorias son absorbidas en el pulmón.

[2]​ Las intoxicaciones agudas ocurren mayoritariamente por la ingesta o inhalación del trióxido de arsénico.

Se recomienda vigilancia médica ya que los efectos pueden no aparecer de forma inmediata.

Si, por el contrario, lo que ha ocurrido ha sido una ingestión del tóxico, se debe enjuagar la boca con abundante agua.

Para la exposición por vía dérmica y ocular, se lavarán tanto la piel como los ojos con abundante agua.

En todos los casos, será necesario acudir a revisión médica para que éste valore el alcance de las lesiones y nos indique el mejor tratamiento.