Se lo considera como uno de los hechos centrales y primogénitos en la formación del sentimiento nacionalista uruguayo, denominado “orientalidad”.Los revolucionarios vencedores en tres enfrentamientos avanzan hacia Montevideo como vanguardia del ejército comandado por Manuel Belgrano y luego por José Rondeau: una escaramuza en el Paso del Rey, la toma de San José y la batalla de las Piedras.La idea era dejar todo el territorio oriental en poder del virrey Elío, que se comprometía en reciprocidad a levantar el bloqueo naval de Buenos Aires y no tomar medidas de represalia contra quienes hubieran luchado en su contra.Debido a que Elío exigía el abandono total de la Banda Oriental como condición para cualquier arreglo, los principales perjudicados por estas negociaciones eran los partidarios de la revolución orientales y entrerrianos, que si no emigraban quedarían abandonados en manos del enemigo.Al día siguiente fue ratificado por el virrey, y el 24 de octubre por el triunvirato, que ofició a Rondeau la retirada inmediata del ejército.En medio del dolor y la desazón, todos proclamaron entonces la voluntad de no abandonar las armas contra los invasores portugueses, obedecer el armisticio, emigrar hacia un territorio no controlado por Elío y reiniciar la lucha cuando fuese posible.El caudillo se opuso a esta emigración masiva en un principio, pero luego ordenó levantar un registro de las familias e individuos que lo seguían.[10] Desde allí Artigas destacó a Fernando Otorgués hacia las Misiones occidentales con 800 hombres, un escuadrón de voluntarios, 3 compañías que comandaba Fructuoso Rivera, y algunas milicias misioneras.Ya en territorio de Entre Ríos, actual Argentina, permanecieron acampados hasta abril y luego se instalaron en la desembocadura del arroyo Ayuí Grande.José Artigas, obra del escultor Angelo Zanelli, presenta escenas en bajorrelieve que evocan el Éxodo Oriental.