[2] En 1690 el pueblo de San Borja pasa a la Banda Oriental del Uruguay donde estaban las estancias.
Las aldeas nuestras distan del gran océano en el Este aproximadamente trescientas millas, y la tierra hasta el mar es una hermosa, amena planicie, cubierta de pasto alto, llamada por los españoles vaquería.
[5] Posteriormente en 1737 fue el período durante el cual se hizo más importante el espacio comprendido entre los ríos Queguay y Negro.
[7] En Purificación del Hervidero el caudillo, ahora Jefe de los Orientales tuvo su cuartel general.
[8] Las ventajas de la situación geográfica eran evidentes, como punto equidistante entre Montevideo y Buenos Aires, ventana abierta sobre las llanuras litoraleñas en las que regía el federalismo.
[cita requerida] En la villa y cuartel los internados se dedicaban a tareas rurales bajo estrecha vigilancia.
No existe constancia alguna de que fueran sometidos a torturas o malos tratos, como afirmaron los enemigos del artiguismo.
La información histórica, vincula a este con el período artiguista , así como un mapa de Irigoyen (1831-1835) que lo registra en la primera mitad del siglo XIX.
[14] John P. Robertson era un comerciante inglés con espíritu aventurero que había venido al Río de la Plata con las Invasiones Inglesas de 1806, junto a su hermano William, recorrió ampliamente toda el área, incluido el Paraguay haciendo negocios.
[15] Su relato es en extremo elocuente respecto a lo que eran por entonces los “artigueños”: El infortunado Robertson fue llevado hasta la Bajada del Paraná y puesto en una cárcel, donde permaneció ocho días sometido a toda clase de vejámenes.
Pero logró hacer conocer su triste situación al jefe de una escuadra naval británica que se hallaba en la zona, capitán Jocelyn Percy, quien escribió una carta a José Artigas denunciando la situación de su súbdito y pidiendo su liberación.
Robertson viajó hasta Purificación a reclamar ante José Artigas lo que sus hombres le habían robado.
Sin embargo, llega a demostrar benevolencia y casi admiración por las severísimas condiciones de vida de aquellos hombres que, sin duda con muy pocos fundamentos teóricos, estaban protagonizando una revolución social.
El ambiente descripto por el viajero británico exhibe descarnadamente la evolución que el artiguismo había sufrido desde 1813 y explica la deserción del elemento burgués que había rodeado al caudillo en los tiempos primeros de la revolución.
[20] Rebella, 1981, p. 4 Este sitio brindaba ventajas estratégicas y políticas para la sede central de un gobierno revolucionario.
[23][24] Otro de los símbolos creados para la Provincia Oriental fue el escudo, cuyo original a color con la leyenda Con libertad ni ofendo ni temo se publicó por primera vez en Montevideo, en mayo de 1816 cuando gobernaba Barreiro.