Fue así mismo quien daría a conocer al gran público en España la figura del director de orquesta alemán Hans Knappertsbusch y un gran divulgador de la cultura romántica alemana en general.
Su pasión por la obra de Richard Wagner le llevó a trabajar entre bastidores del teatro dedicado en exclusiva a la obra del músico alemán.
Con anterioridad había trabajado en el Circo Price, por lo que contaba con experiencia.
Sus artículos y traducciones indican una diversidad de intereses que incluyen a Beethoven, Bellini, Berlioz o Bruckner.
Como director de orquesta era admirador del gran Hans Knappertsbusch o Wilhelm Furtwängler.