Ellen Gulbranson (1863-1946), una soprano noruega que había cantado en el Festival de Bayreuth antes de la Gran Guerra, convenció a Winifred Wagner para que realizara una audición a Flagstad para dicho Festival .
Más tarde esa misma temporada, Flagstad cantó Elsa en Lohengrin, Elisabeth en Tannhäuser, y su primera Kundry en Parsifal.
En 1936, interpretó tres Brunildas en El anillo del Nibelungo que se estaba representando en la Ópera de San Francisco.
Melchior y Johnson, sin embargo, hicieron poco por ayudar a Flagstad cuando fue atacada después de la Segunda Guerra Mundial.
Su marido fue detenido después de la guerra por haber vendido suministros a los alemanes.
Aunque su comportamiento durante la guerra estaba libre de controversia, el regreso de Flagstad a Noruega durante la guerra y cierta ingenuidad política por su parte le crearon cierta enemistad, especialmente en los Estados Unidos, donde el embajador noruego libró una incansable campaña personal contra ella.
El columnista Walter Winchell también desarrolló una campaña contra ella; Melchior y Edward Johnson rehusaron ayudarla.
Durante cuatro temporadas consecutivas en el Covent Garden, de 1948 a 1952, Flagstad repitió todos sus papeles wagnerianos, incluyendo Kundry y Sieglinde.
En la temporada 1950-1951, aunque ella estaba ya en la cincuentena, Flagstad se mostró aún en forma para interpretar Isolda, Brunilda y Fidelio.
Sus grabaciones previas a la guerra, sin embargo, se dice que muestran su voz con mayor brillantez y claridad.
Sus vestimentas llaman la atención, e incluyen varios ejemplos de los Archivas del Metropolitan Opera.