En 1967 debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires como Siegfried en una tetralogia dirigida por Ferdinand Leitner junto a Birgit Nilsson y Gwyneth Jones, regresó en 1969 para Parsifal junto a Regine Crespin y Theo Adam dirigidos por Erich Leinsdorf.
Su voz, juvenil, bellísima y portentosa, dominaba el escenario por encima de la imponente orquesta wagneriana, demostrando una resistencia única.
Además, sus cualidades musicales se vieron complementadas con sus grandes dotes de actor.
Se alternó además con Ramón Vinay, Jon Vickers, Rudolf Lustig y Hans Hopf.
Fue el alemán Siegfried Jerusalem quien consiguió dar vida al personaje con maestría, así como a Tristán.