Álvaro Gil Varela

[1]​ Durante su juventud participó en la redacción de la revista Ronsel, publicada en Lugo y dirigida por Evaristo Correa Calderón.

Amplió estudios en Francia e Italia sobre técnicas de pastos.

Desposeído de sus títulos académicos, en 1939 entró en contacto con la empresa Zeltia, en la que ocuparía cargos directivos.

Una reciente sentencia judicial ha dado la razón a sus herederos, que reclamaban la reversión de dichos depósitos.

[2]​ También ayudó económicamente a varios escritores y artistas gallegos que atravesaban períodos difíciles, como es el caso de Ricardo Carballo Calero, que en el año 1950 pasó a trabajar en el Colegio Fingoy de Lugo, en el que ejerció como consejero delegado, pues no estaba autorizado para ser director.