Modernidad conductual

Los términos modernidad conductual (del inglés behavioral modernity), conducta moderna[2]​ y comportamiento moderno[3]​ son expresiones de un concepto utilizado en ciencias sociales (particularmente antropología, arqueología y sociología) para referirse a una serie de rasgos que distinguen al comportamiento o conducta[4]​ (behaviour) de los humanos modernos del de sus antecesores y del de otras líneas extintas de la evolución humana (y que podrían incluso relacionarse con las causas que provocaron la extinción del Homo neanderthalensis, con quien Homo sapiens llegó a coexistir).Tales rasgos, todos estrechamente vinculados con el origen del lenguaje, son esencialmente: el pensamiento simbólico,[5]​ la elaboración de conceptos abstractos, la capacidad relacional,[6]​ el interés por la comprensión de los fenómenos naturales, la creatividad y la transmisión cultural (incluyendo la explosión de la producción artística del Paleolítico Superior[7]​ y de elementos rituales como las prácticas funerarias, sean o no parte de lo que pudiera considerarse como creencias religiosas[8]​).[9]​ El proceso habría ocurrido contemporáneamente a la primera expansión de las migraciones humanas por todo el Viejo Continente así como por Australia y Nueva Guinea.[10]​ Así habría surgido la primera especie biológica autoconsciente[11]​ de modo que pudo dominar su propio destino y evolucionar culturalmente.[12]​ Una de las principales dificultades metodológicas para dilucidar las cuestiones relativas a este tema, reside en el hecho de que, a diferencia de huesos y artefactos, "el comportamiento no fosiliza",[13]​ aunque puedan rastrearse sus efectos en la cultura material.
"Hechicero" o "dios cornudo" , esquema de Henri Breuil que reproduce una de las pinturas de la cueva de Trois-Frères , de unos 15.000 años de antigüedad. [ 1 ]