Presenta diversas variedades según la región, pero su preparación se compone principalmente de la «jora», es decir, maíz malteado.
En la época del Incanato, según cuenta la tradición, durante el mandato de Túpac Yupanqui las lluvias deterioraron los silos donde se almacenaba maíz por lo que los granos se fermentaron y derivaron en malta de maíz.
Pero un poblador que rebuscaba entre la basura debido al hambre consumió de la malta terminando sumido en la embriaguez.
[3] También era costumbre dejar un recipiente con esta bebida en la tumba de un familiar fallecido u ofrecerla como pago a la Pachamama o Tinka para tener una buena cosecha.
Ésta es una planta que se encuentra en las partes más profundas de las quebradas en Perú y cuyo sabor van a absorben las semillas del maíz.
Se le deja reposar por alrededor de siete días, cubierto con las hojas.