stringtranslate.com

flâneur

Paul Gavarni , El flâneur , 1842

Flâneur (francés: [flɑnœʁ] ) es unfrancéspopularizado en el siglo XIX para un tipo de "cochecito", "tumbona", "paseante" o "holgazán" masculino urbano. La palabra tiene algunos significados adicionales matizados (incluso comopréstamoal inglés). Tradicionalmente representado como masculino, un flâneur es una figura ambivalente de opulencia urbana ymodernidad, que representa la capacidad de deambular separado de la sociedad sin otro propósito que ser un observador agudo deindustrializaday contemporánea. Flânerie es el acto de pasear, con todas las asociaciones que lo acompañan. Un casi sinónimo del sustantivo es boulevardier .

El flâneur fue por primera vez un tipo literario de la Francia del siglo XIX , esencial para cualquier retrato de las calles de París . La palabra conllevaba un conjunto de ricas asociaciones: el hombre de ocio , el holgazán, el explorador urbano, el conocedor de la calle. Sin embargo, los orígenes del flâneur se encuentran en el periodismo de la Restauración y en la política del espacio público posrevolucionario. [1] Basándose en el trabajo de Charles Baudelaire , quien describió al flâneur en su poesía y ensayo de 1863 " El pintor de la vida moderna ", Walter Benjamin promovió el interés académico del siglo XX por el flâneur como un arquetipo emblemático de la vida urbana, moderna (incluso modernista) . ) experiencia. [2] Siguiendo a Benjamin, el flâneur se ha convertido en un símbolo importante para académicos, artistas y escritores. La contraparte femenina francesa clásica es el passante , que data de las obras de Marcel Proust , aunque una acuñación académica del siglo XXI es flâneuse , y algunos escritores de lengua inglesa simplemente aplican el flâneur masculino también a las mujeres. El término ha adquirido un sentido adicional de arquitectura y planificación urbana , refiriéndose a los transeúntes que experimentan efectos psicológicos incidentales o intencionales por el diseño de una estructura.

Etimología

Carlos Baudelaire

Flâneur deriva delverbo nórdico antiguo flana , "vagar sin propósito". [3]

Los términos de flânerie datan del siglo XVI o XVII y denotan pasear, holgazanear, a menudo con la connotación de perder el tiempo. Pero fue en el siglo XIX cuando tomó forma un rico conjunto de significados y definiciones en torno al flâneur . [4]

El flâneur fue definido en 1872 en un largo artículo en el Grand dictionnaire Universel du XIXe siècle de Pierre Larousse . Describía al flâneur en términos ambivalentes, a partes iguales curiosidad y pereza, y presentaba una taxonomía de flânerie : flâneurs de los bulevares, de los parques, de las galerías, de los cafés; flâneurs sin sentido y los inteligentes. [5]

Para entonces, el término ya había desarrollado un rico conjunto de asociaciones. Sainte-Beuve escribió que flâne "es todo lo contrario de no hacer nada". [5] Honoré de Balzac describió la flânerie como "la gastronomía del ojo". [5] [6] Anaïs Bazin escribió que "el único y verdadero soberano de París es el flâneur ". [5] Victor Fournel, en Ce qu'on voit dans les rues de Paris ( Lo que se ve en las calles de París , 1867), dedicó un capítulo al "arte de la flânerie ". Para Fournel, no había nada de perezoso en la flânerie . Era más bien una manera de entender la rica variedad del paisaje de la ciudad; era como "una fotografía móvil y apasionada" (" un daguerréotype mobile et passioné ") de la experiencia urbana. [7]

Con el cuento de Edgar Allan Poe " El hombre de la multitud ", el flâneur entró en la escena literaria. Charles Baudelaire analiza "El hombre de la multitud" en " El pintor de la vida moderna "; [8] se convertiría en un ejemplo clave en el ensayo de Walter Benjamin "Sobre algunos motivos en Baudelaire", que teoriza el papel de la multitud en la modernidad. [9] En la década de 1860, en medio de la reconstrucción de París bajo Napoleón III y el barón Haussmann , Charles Baudelaire presentó un retrato memorable del flâneur como el artista-poeta de la metrópoli moderna: [10]

La multitud es su elemento, como el aire es el de los pájaros y el agua el de los peces. Su pasión y su profesión es llegar a ser una sola carne con la multitud. Para el flâneur perfecto , para el espectador apasionado, es una alegría inmensa establecerse en el corazón de la multitud, en medio del flujo y reflujo del movimiento, en medio de lo fugitivo y lo infinito. Estar lejos de casa y, sin embargo, sentirse en todas partes como en casa; Ver el mundo, estar en el centro del mundo y, sin embargo, permanecer oculto al mundo: naturalezas imparciales que la lengua sólo puede definir torpemente. El espectador es un príncipe que en todas partes se alegra de su incógnito. El amante de la vida hace del mundo entero su familia, al igual que el amante del buen sexo que construye su familia a partir de todas las mujeres hermosas que ha encontrado alguna vez, o que están o no están por encontrar; o el amante de los cuadros que vive en una sociedad mágica de sueños pintados sobre lienzos. Así, el amante de la vida universal entra en la multitud como si fuera una inmensa reserva de energía eléctrica. O podríamos compararlo con un espejo tan vasto como la multitud misma; o a un caleidoscopio dotado de conciencia, respondiendo a cada uno de sus movimientos y reproduciendo la multiplicidad de la vida y la gracia parpadeante de todos los elementos de la vida.

Pero la asociación que hace Baudelaire del flâneur con los artistas y el mundo del arte ha sido cuestionada. [11]

Basándose en Fournel y en su análisis de la poesía de Baudelaire, Walter Benjamin describió al flâneur como la figura esencial del espectador urbano moderno, un detective aficionado e investigador de la ciudad. Más aún, su flâneur era un signo de la alienación de la ciudad. [ se necesita aclaración ] Para Benjamin, el flâneur encontró su desaparición con el triunfo del capitalismo de consumo . [12]

En estos textos, el flâneur a menudo se yuxtaponía y contrastaba con la figura del badaud , el mirón o boquiabierto. Fournel escribió: "El flâneur no debe confundirse con el badaud ; conviene observar allí un matiz... El simple flâneur está siempre en plena posesión de su individualidad, mientras que la individualidad del badaud desaparece. Es absorbida por el exterior. mundo... que lo embriaga hasta el punto de olvidarse de sí mismo. Bajo la influencia del espectáculo que se le presenta, el badaud se convierte en una criatura impersonal, ya no es un ser humano, es parte del público; la multitud." [13] [2]

En las décadas posteriores a Benjamin, el flâneur ha sido objeto de un número notable de apropiaciones e interpretaciones. La figura del flâneur se ha utilizado, entre otras cosas, para explicar la experiencia urbana moderna, para explicar la condición de espectador urbano, para explicar las tensiones de clase y las divisiones de género de la ciudad del siglo XIX, para describir la alienación moderna, para explicar las fuentes de cultura de masas , para explicar la mirada espectadora posmoderna . [14] Y ha servido como fuente de inspiración para escritores y artistas.

homólogas femeninas

El equivalente histórico femenino aproximado del flâneur , el passante (en francés, 'caminante', 'transeúnte'), aparece en particular en la obra de Marcel Proust . Retrató a varios de sus personajes femeninos como figuras esquivas y pasajeras, que tendían a ignorar su visión obsesiva (y en ocasiones posesiva) de ellas. Las crecientes libertades y las innovaciones sociales, como la industrialización, permitieron más tarde que la pasajera se convirtiera en un participante activo en la metrópoli del siglo XIX, a medida que los roles sociales de las mujeres se expandieron desde lo doméstico y lo privado hacia las esferas pública y urbana.

La crítica literaria y los estudios de género del siglo XXI han propuesto flâneuse como el equivalente femenino de flâneur , con algunos reanálisis feministas adicionales. [15] [16] [17] [18] [19] Esta propuesta deriva del argumento de que las mujeres concebían y experimentaban el espacio público de manera diferente a los hombres en las ciudades modernas. Janet Wolff , en The Invisible Flâneuse: Women and the Literature of Modernity (1985), sostiene que la figura femenina de la flâneuse está ausente en la literatura de la modernidad , porque el espacio público había sido diferenciado por género en la modernidad, lo que llevó, a su vez, a la exclusión de las mujeres. desde espacios públicos hasta espacios domésticos y suburbios. [17] Elizabeth Wilson , por otra parte, en The Sphinx in the City: Urban Life, the Control of Disorder, and Women (1991), señala las diversas experiencias de las mujeres en el espacio público de las metrópolis modernas como Londres , París , Viena , Berlín , analiza cómo se concibió la ciudad moderna como un lugar de libertad, autonomía y placer, y cómo las mujeres experimentaron estos espacios. [18] Linda McDowell , en Género, identidad y lugar: comprensión de las geografías feministas (1999), amplía esta comprensión para explicar cómo el espacio público no se experimentaba como un espacio homogéneo y fijo, y cómo las mujeres utilizaban espacios públicos particulares como playas, cafés y centros comerciales para experimentar esta autonomía. [19] Partiendo del enfoque de Wilson, Flâneuse: Women Walk the City in Paris, New York, Tokyo, Venice, and London (2017) de Lauren Elkin rastrea varias mujeres flâneuse en la historia, como Agnès Varda , Sophie Calle , Virginia Woolf. , Martha Gellhorn , centrándose en sus relaciones particulares con ciudades particulares. [15]

En contextos menos académicos, como las reseñas de libros periodísticos, el flâneur gramaticalmente masculino también se aplica a las mujeres (incluidas las modernas) en esencia en el mismo sentido que para los referentes masculinos originales, al menos en los préstamos del término en inglés. [20] Sin embargo, como han argumentado estas académicas feministas, la palabra 'flâneuse' implica las modalidades distintivas de las mujeres de concebir, interactuar, ocupar y experimentar el espacio.

Vida urbana

Gustave Caillebotte. Calle París, día lluvioso , 1877. Instituto de Arte de Chicago .
Gustave Caillebotte, Le Pont de l'Europe , óleo sobre lienzo, 1876. Musée du Petit Palais , Ginebra.

Si bien Baudelaire caracterizó al flâneur como un "caballero paseante por las calles de la ciudad", [21] consideró que tenía un papel clave en la comprensión, participación y representación de la ciudad. Un flâneur desempeñaba así un doble papel en la vida urbana y en la teoría, es decir, sin dejar de ser un observador imparcial. Esta postura, simultáneamente parte y aparte de , combina nociones sociológicas, antropológicas, literarias e históricas de la relación entre el individuo y la población en general. [22]

En el período posterior a la Revolución Francesa de 1848 , durante el cual se restableció el Imperio con pretensiones claramente burguesas de "orden" y "moral", Baudelaire comenzó a afirmar que el arte tradicional era inadecuado para las nuevas complicaciones dinámicas de la vida moderna. Los cambios sociales y económicos traídos por la industrialización exigieron que el artista se sumergiera en la metrópoli y se convirtiera, en frase de Baudelaire, en "un botánico de la acera". [21] David Harvey afirma que "Baudelaire se dividiría el resto de su vida entre las posturas de flâneur y dandy , un voyeur desconectado y cínico por un lado, y un hombre del pueblo que entra en la vida de sus súbditos con pasión. en el otro". [23]

La dialéctica observador-participante se evidencia en parte en la cultura dandy. Altamente conscientes de sí mismos, y hasta cierto punto extravagantes y teatrales, los dandies de mediados del siglo XIX crearon escenas a través de actos conscientemente escandalosos, como tortugas paseantes con correas por las calles de París. Tales actos ejemplifican la participación activa y la fascinación de un flâneur por la vida en la calle, al tiempo que muestran una actitud crítica hacia la uniformidad, la velocidad y el anonimato de la vida moderna en la ciudad.

El concepto de flâneur es importante en las discusiones académicas sobre el fenómeno de la modernidad . Si bien las visiones estéticas y críticas de Baudelaire ayudaron a abrir la ciudad moderna como un espacio para la investigación, teóricos como Georg Simmel comenzaron a codificar la experiencia urbana en términos más sociológicos y psicológicos. En su ensayo " La metrópolis y la vida mental ", Simmel teorizó que las complejidades de la ciudad moderna crean nuevos vínculos sociales y nuevas actitudes hacia los demás. La ciudad moderna estaba transformando a los humanos, dándoles una nueva relación con el tiempo y el espacio, inculcándoles una " actitud indiferente " y alterando nociones fundamentales de libertad y ser: [24]

Los problemas más profundos de la vida moderna derivan de la pretensión del individuo de preservar la autonomía y la individualidad de su existencia frente a fuerzas sociales abrumadoras, a la herencia histórica, a la cultura externa y a la técnica de la vida. La lucha con la naturaleza que el hombre primitivo tiene que librar por su existencia corporal alcanza en esta forma moderna su última transformación. El siglo XVIII llamó al hombre a liberarse de todas las ataduras históricas en el Estado y en la religión, en la moral y en la economía. La naturaleza del hombre, originalmente buena y común a todos, debe desarrollarse sin obstáculos. Además de más libertad, el siglo XIX exigió la especialización funcional del hombre y de su trabajo; esta especialización hace que un individuo sea incomparable con otro, y que cada uno de ellos sea indispensable en la mayor medida posible. Sin embargo, esta especialización hace que cada hombre dependa más directamente de las actividades suplementarias de todos los demás. Nietzsche ve el pleno desarrollo del individuo condicionado por la lucha más despiadada de los individuos; El socialismo cree en la supresión de toda competencia por la misma razón. Sea como fuere, en todas estas posiciones actúa el mismo motivo básico: la persona se resiste a ser nivelada y desgastada por un mecanismo sociotecnológico. Una investigación sobre el significado interno de la vida específicamente moderna y sus productos, sobre el alma del cuerpo cultural, por así decirlo, debe tratar de resolver la ecuación que estructuras como las metrópolis establecen entre los contenidos individuales y superindividuales de la vida. .

En un escrito de 1962, Cornelia Otis Skinner sugirió que no existía un equivalente inglés del término: "no existe una contraparte anglosajona de ese individuo esencialmente galo, el peatón deliberadamente sin rumbo, libre de cualquier obligación o sentido de urgencia, que, siendo francés y por tanto frugal, no desperdicia nada, incluido el tiempo que dedica con la pausada discriminación de un gourmet , saboreando los múltiples sabores de su ciudad." [25]

Arquitectura y urbanismo

El concepto de flâneur también ha adquirido significado en la psicogeografía de la arquitectura y la planificación urbana , describiendo a personas que se ven afectadas indirecta y (normalmente) involuntariamente por un diseño particular que experimentan sólo de pasada.

En 1917, el escritor suizo Robert Walser publicó un cuento titulado " Der Spaziergang " ("El paseo"), [26] verdadero resultado de la literatura flâneur .

Walter Benjamin adoptó el concepto de observador urbano como herramienta analítica y como estilo de vida. Desde su punto de vista marxista , Benjamin describe al flâneur como un producto de la vida moderna y de la Revolución Industrial sin precedentes, un paralelo con la llegada del turista . Su flâneur es un diletante burgués poco involucrado pero muy perspicaz . Benjamin se convirtió en su principal ejemplo, haciendo observaciones sociales y estéticas durante largos paseos por París. Incluso el título de su inacabado Proyecto de Arcadas proviene de su afición por las calles comerciales cubiertas. [27]

La multitud era el velo detrás del cual la ciudad familiar como fantasmagoría llamaba al flâneur . En él, la ciudad ahora era paisaje, ahora una habitación. Y ambos participaron en la construcción de los grandes almacenes, que utilizaban la propia flânerie para vender sus productos. Los grandes almacenes fueron el golpe final del flâneur . Como flâneurs , la intelectualidad entró en el mercado. Como pensaban, observarlo, pero en realidad ya se trataba de encontrar un comprador. En esta etapa intermedia... tomaron la forma de la bohème . A la incertidumbre de su posición económica correspondía la incertidumbre de su función política.

En el contexto de la arquitectura y la planificación urbana modernas, diseñar para flâneurs es una forma de abordar los aspectos psicológicos del entorno construido. [28]

Fotografía

La tendencia del flâneur hacia la observación objetiva pero estéticamente sintonizada ha llevado el término a la literatura de la fotografía, particularmente a la fotografía callejera . El fotógrafo callejero es visto como una extensión moderna del observador urbano descrito por el periodista del siglo XIX Victor Fournel antes de la llegada de la cámara de mano: [29] [ página necesaria ]

Este hombre es un daguerrotipo errante y apasionado que conserva la menor huella, y en el que se reproducen, con sus cambiantes reflejos, el curso de las cosas, el movimiento de la ciudad, la múltiple fisonomía del espíritu público, las confesiones, las antipatías y las admiraciones de la multitud.

Una aplicación de flâneur a la fotografía callejera proviene de Susan Sontag en su colección de ensayos de 1977, On Photography . Describe cómo, desde el desarrollo de las cámaras portátiles a principios del siglo XX, la cámara se ha convertido en la herramienta del flâneur : [30]

El fotógrafo es una versión armada del caminante solitario que reconoce, acecha, cruza el infierno urbano, el paseante voyeurista que descubre la ciudad como un paisaje de extremos voluptuosos. Adepto del placer de observar, conocedor de la empatía, el flâneur encuentra el mundo "pintoresco".

Otros usos

El concepto de flâneur no se limita a que alguien cometa el acto físico de un paseo peripatético en el sentido baudelairiano, sino que también puede incluir una "forma filosófica completa de vivir y pensar" y un proceso de navegación por la erudición como lo describe Nassim Nicholas Taleb . ensayo "Por qué camino tanto o cómo los sistemas se vuelven frágiles". [31] Taleb además estableció este término con una connotación positiva refiriéndose a cualquiera que persiga planes abiertos y flexibles, en oposición a la "turistificación" negativa, que él define como la búsqueda de un plan excesivamente ordenado. [32] Louis Menand , al intentar describir la relación del poeta TS Eliot con la sociedad literaria inglesa y su papel en la formación del modernismo, describe a Eliot como un flâneur . [33] Además, en uno de los conocidos poemas de Eliot, "La canción de amor de J. Alfred Prufrock", el protagonista lleva al lector a un viaje por su ciudad a la manera de un flâneur .

Usando el término de manera más crítica, en " De Profundis ", Oscar Wilde escribió desde prisión sobre sus arrepentimientos de vida, afirmando: "Me dejé llevar por largos períodos de tranquilidad sensual y sin sentido. Me divertía siendo un flaneur, un dandy, un hombre de moda. Me rodeé de personas de naturaleza más pequeña y de mentes más mezquinas". [34]

Ver también

Referencias

  1. ^ Richard Wrigley, 'El flâneur en la Restauración o la política del paseo', Annales Benjamin Constant, 41, 2016, págs.119-30
  2. ^ ab Shaya 2004.
  3. ^ "flaneur". Etimolinea .
  4. ^ Turcot, Laurent (2008). Le promeneur à Paris au XVIIIe siècle . París: Gallimard. págs. 10–43. ISBN 978-2070783663.
  5. ^ abcd " Larousse, Pierre , ed. (1872). "v. flâneur"; "flânerie". Grand dictionnaire Universel du XIXe siècle . Vol. 8 - vía Bibliothèque nationale de France .
  6. ^ de Balzac, Honoré . "Flâneurs y la" gastronomía del ojo"" - vía Future Lab.
  7. ^ Fournel 1867, pag. 268.
  8. ^ Baudelaire, Charles. El pintor de la vida moderna y otros ensayos. Traducido por Jonathan Mayne. Londres: Phaidon, 1964.
  9. ^ Benjamín, Walter. "Sobre algunos motivos de Baudelaire". En Walter Benjamin: escritos seleccionados. vol. 4, 1938-1940, de Walter Benjamin, 313–55. editado por Edmund Jephcott, Howard Eiland y Michael W. Jennings. Cambridge, masa; Londres: Harvard University Press, 2003.
  10. ^ Baudelaire, Charles (1964). El pintor de la vida moderna . Nueva York: Da Capo Press.Publicado originalmente, en francés, en Le Figaro , 1863.
  11. ^ Richard Wrigley, 'Testigo poco fiable: el flâneur como artista y espectador del arte en el París del siglo XIX', Oxford Art Journal, vol. 39, núm. 2, 2016, págs. 267-84
  12. ^ Benjamín, Walter (1983). Charles Baudelaire: un poeta lírico en la era del alto capitalismo. Traducido por Zohn, Harry. Londres. pag. 54.ISBN 9781859841921.{{cite book}}: Mantenimiento CS1: falta el editor de la ubicación ( enlace )
  13. ^ Fournel 1867, pag. 270.
  14. ^ Ver, entre otros: (Buck-Morss 1986); (Buck-Morss 1989); (Wolff 1985); (Charney y Schwartz 1995); (Probador 1994); (Parkhurst Ferguson 1994); (Friedberg 1993).
  15. ^ ab Elkin, Lauren (2016). Flaneuse: Mujeres caminan por la ciudad en París, Nueva York, Tokio, Venecia y Londres. Casa al azar. ISBN 978-1448191956.
  16. ^ D'Souza, Aruna; McDonough, Tom (2006). ¿La flâneuse invisible?: género, espacio público y cultura visual en el París del siglo XIX. Prensa de la Universidad de Manchester . ISBN 978-0719067846.
  17. ^ ab Wolff, Janet (1985). "La Flâneuse invisible : las mujeres y la literatura de la modernidad". Teoría, Cultura y Sociedad . 2 (3): 37–46. doi :10.1177/0263276485002003005. S2CID  144714965.
  18. ^ ab Wilson, Elizabeth (1992). La esfinge en la ciudad: la vida urbana, el control del desorden y las mujeres . Berkeley: Prensa de la Universidad de California. ISBN 0-520-07850-0. OCLC  24319974.
  19. ^ ab McDowell, Linda (1999). Género, identidad y lugar: comprensión de las geografías feministas. Minneapolis: Prensa de la Universidad de Minnesota. ISBN 0-8166-3393-2. OCLC  39913875.
  20. Ej: de León, Concepción (4 de agosto de 2020). "Raven Leilani, una flâneur que va a lugares". Los New York Times . Consultado el 5 de agosto de 2020 .
  21. ^ ab Saltz, Jerry (7 de septiembre de 2008). "Maquinaria moderna". Nueva York . Consultado el 9 de mayo de 2011 .
  22. ^ Turcot, Laurent (2010). "Promenades et flâneries à Paris du XVIIe au XXIe siècles: La marcha como construcción de una identidad urbana". En Thomas, Rachel (ed.). Marcher en ville: Faire corps, prendre corps, donner corps aux ambiances urbaines (en francés). París: Éditions des archives contemporaines . págs. 65–84. ISBN 978-2813000262.
  23. ^ París: capital de la modernidad 14.
  24. ^ Simmel 1950.
  25. ^ Otis Skinner, Cornelia (1962). "Ingenio elegante y grandes horizontales" . Nueva York: Houghton Mifflin .
  26. ^ Walser, Robert (2012). La caminata . Publicación de nuevas direcciones. ISBN 9780811219921.
  27. ^ Benjamín, Walter (1935). "París: la capital del siglo XIX". Charles Baudelaire: un poeta lírico en la era del alto capitalismo .
  28. ^ Ed Leibowitz, "Crowd Pleaser", Los Ángeles , febrero de 2002, págs. 48 y siguientes.
  29. ^ Fournel 1867.
  30. ^ Sontag, Susan (1979). Sobre la fotografía . Penguin Books Ltd. pag. 55.
  31. ^ Taleb, Nassim Nicholas (2010) [2007]. "Por qué camino". El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable (2ª ed.). Nueva York: Random House . ISBN 978-1-4000-6351-2.
  32. ^ Taleb, Nassim Nicholas (2010) [2007]. Antifrágil: cosas que se benefician del desorden . Nueva York: Random House . ISBN 978-0812979688.
  33. ^ Menand, Louis (19 de septiembre de 2011). "Practical Cat: Cómo TS Eliot se convirtió en TS Eliot". El neoyorquino .
  34. ^ Obras relacionadas con Wilde, Oscar; De Profundis en Wikisource (1905).

Bibliografía

enlaces externos