Irónicamente, a pesar de que su ídolo Dempsey tenía un estilo bravo de pelea, Schmeling desarrolló un estilo más cuidadoso y técnico que se prestaba más al contragolpe.
Al llegar a Nueva York por primera vez en 1928, Schmeling apenas se hizo notar en los círculos de lucha estadounidenses.
Considerado como un luchador rígido europeo que había rellenado su récord contra mediocres peleadores alemanes y europeos, le dieron pocas oportunidades de probarse a sí mismo hasta que se enganchó con el estadounidense, Joe Jacobs, un hombre con los talentos adecuados y conexiones para llevar la carrera de Schmeling hacia buen puerto.
El debut de Schmeling en los Estados Unidos se llevó a cabo en el Madison Square Garden con un nocaut en el octavo asalto ante Joe Monte, que no era un gran luchador, aunque era un joven que había participado en peleas duras.
La multitud presente quedó sorprendida y la revista The Ring posteriormente reconoció la victoria de Schmeling como la "Pelea del Año".
Esta derrota hizo pensar a muchos que ya había pasado el mejor momento de Schmeling.
Incluso fue fotografiado en una comida con Adolf Hitler, y desde entonces cargaría con el sambenito de ser nazi, pese a que nunca quiso afiliarse al partido, y además de demostrar posteriormente su independencia al no quererse separar, pese a las presiones, de Joe Jacobs, judío norteamericano que era su mánager en Estados Unidos Cuando Louis ganó el título mundial en 1937 declaró que no se consideraría realmente campeón mundial hasta que no venciera a Schmeling.
Schmeling finalmente tuvo la oportunidad de recuperar su título en la revancha contra Joe Louis.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Schmeling sirvió con la Fuerza Aérea alemana (Luftwaffe) como un paracaidista de élite (Fallschirmjäger).
Durante la vida de Louis, Schmeling demostró su buen corazón ayudando a su adversario más encarnizado, que se había empobrecido.
[11] En octubre de ese mismo año, el director alemán Uwe Boll estrenó una película sobre su vida.