Chris Marker
[3] Se dedicó, durante sesenta años de trabajo, a observar, con curiosidad meticulosa, con ironía cáustica y a menudo divertida, incluso con cólera, las vicisitudes de la historia mundial y también del individuo.Como anécdota, cada vez que alguien le solicitaba una fotografía suya para ilustrar un reportaje, un libro o una entrevista, Marker enviaba, cuando lo hacía, una foto de su gato preferido.Solo hasta un año más tarde produciría su primera obra verdaderamente influyente, el cortometraje Les statues meurent aussi, codirigido con Alain Resnais —quien, junto con Marker y Agnès Varda, formaba el núcleo de la rive gauche.Proseguiría su trabajo en esta línea en Description d'un combat (1960), sobre el conflicto israelí, y ¡Cuba sí!Durante esos años, escribió además guiones para un documental sobre Django Reinhardt, el premiado documental L' Amerique insolite, de su compatriota François Reichenbach, y otros cortometrajes.Con Sans soleil, muestra su interés hacia la tecnología digital, lo que le llevará a dirigir la película Level 5 (1997) e Immemory (1998), un CD-ROM multimedia interactivo, producido por el centro Georges Pompidou.Chris Marker vivió en París sus últimos años de vida y no solía conceder entrevistas.