En 1996 y 1998 se organizaron unas jornadas llamadas Encuentros Vídeo en Pamplona y Encuentros Vídeo/Altermedia en Pamplona, en las que intervinieron profesionales como Eugeni Bonet, Lourdes Cilleruelo, Marcelo Expósito, Gabriel Villota, Carles Ameller, Laura Baigorri o María Pallier, entre otros.
El festival estuvo dirigido por Ana Herrera, y contó con la colaboración de Rafael Baliña como asesor artístico durante sus primeras cuatro ediciones.
En sus últimas ediciones, el Festival de Creación Audiovisual de Navarra ya había organizado algunas retrospectivas que iban definiendo qué territorio quería explorar, esa área fronteriza y abierta existente entre el cine documental y experimental.
De esta forma, en lo sucesivo, el festival se desarrollaría cada dos años.
Y con el objetivo de no desaparecer del mapa durante 24 meses seguidos, la organización del festival decidió desarrollar seminarios internacionales durante los años alternos (2012 y 2014).
El festival toma su nombre del "punto de vista documentado" del que hablaba Jean Vigo, y desde 2007 entrega el premio Jean Vigo al mejor director.En la frontera del cine silente y el sonoro, en un tiempo en que las vanguardias históricas se veían necesitadas de una renovación para no caer en formas repetitivas y académicas, al margen de círculos y movimientos artísticos, y desde una extraña soledad compartida con su mujer Lydu Lozinska, Jean Vigo se acercó al cine con un atrevimiento amateur.
Jean Vigo filmó a las gentes de su tiempo, pero lo hizo para que trascendiesen en el tiempo.
El propósito del presente proyecto es doble: por un lado, facilitar a los realizadores la posibilidad de desarrollar una obra nueva; por otro, que dichas obras, año tras año, vayan creando un conjunto de piezas que supongan el acercamiento de esas nuevas voces del documental al territorio foral.